Chicontepec, Ver., lunes 28 de julio de 2025.— La violencia golpeó con fuerza el norte de Veracruz este lunes, luego de que un grupo armado interceptara una patrulla sobre la carretera Tecomate–Chicontepec y secuestrara a cuatro elementos policiacos, además de llevarse la unidad oficial en la que se desplazaban.
Jesús Reyes/Que Noticia
Los hechos ocurrieron a plena luz del día, en dirección hacia la comunidad de Ahuateno. De acuerdo con reportes ciudadanos confirmados de manera preliminar por fuentes policiales, los agresores se movilizaban en varias camionetas y actuaron con total coordinación y rapidez, logrando someter a los uniformados sin que pudieran oponer resistencia.

La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. Se activó el Código Rojo y se desplegó un impresionante operativo de búsqueda y contención en la región, encabezado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Desde tempranas horas de la tarde, los accesos y salidas de Chicontepec fueron bloqueados por retenes militares y patrullajes intensivos. Comunidades cercanas como Tecomate, Ahuateno y parte del municipio de Tantoyuca han quedado prácticamente paralizadas ante la presencia de fuerzas federales.
Uno de los puntos clave del operativo se ubica en el crucero de San Sebastián, donde elementos de la SEDENA mantienen un cerco estratégico. Se solicitó apoyo aéreo para reforzar la búsqueda, aunque hasta el momento no se ha informado oficialmente sobre avances ni sobre el paradero de los policías desaparecidos.
La situación ha generado gran incertidumbre entre la población, que observa con temor cómo la violencia se instala en sus territorios mientras prevalece el silencio oficial. Ninguna autoridad ha dado a conocer los nombres de los elementos secuestrados ni detalles concretos sobre la investigación.
Mientras tanto, las familias de los policías permanecen en vilo, enfrentando horas de angustia sin respuestas claras ni garantías de que sus seres queridos regresen con vida.
La recomendación de las autoridades es no viajar a la zona debido a la alta tensión y los constantes retenes militares. El área permanece bajo alerta máxima, con operativos activos por aire y tierra.
Este hecho, que pone en evidencia la vulnerabilidad de las corporaciones de seguridad en zonas marginadas del estado, representa un nuevo desafío al Estado de Derecho en Veracruz. La pregunta que muchos se hacen es: ¿qué grupo armado está detrás de esta acción y cuál es su mensaje?
En una región marcada por la pobreza, el abandono institucional y la creciente presencia del crimen organizado, el secuestro de cuatro policías es más que un acto de violencia: es una llamada de atención urgente para un estado que, en muchos rincones, parece abandonado a su suerte.







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