Whitestown, Indiana (EE.UU.) — Una mujer de origen guatemalteco, identificada como María Florinda Ríos Pérez de Velásquez, de 32 años y madre de cuatro hijos, fue fatalmente baleada la mañana del martes después de intentar ingresar a una vivienda donde creyó que tenía programado un servicio de limpieza, pero que resultó ser el domicilio equivocado .

Los hechos ocurrieron poco antes de las 7:00 a.m. en un vecindario del condado de Boone. De acuerdo con la policía local, María y su esposo llegaron al área con su equipo de limpieza para cumplir con un encargo laboral, pero al intentar abrir la puerta de lo que creían era la vivienda indicada, el residente del inmueble les disparó desde el interior, alegando que se trataba de un intento de allanamiento .

Aunque el esposo de la víctima llamó inmediatamente a los servicios de emergencia, la mujer fue declarada muerta en la escena al momento de la llegada de los paramédicos .

🧹 Una familia trabajadora

María, originaria de Guatemala, vivía en Indiana junto con su esposo y sus cuatro hijos, la mayor de 17 años y el menor aún bebé. La pareja trabajaba limpiando casas en la zona, una labor que realizaban de manera honesta para salir adelante y ofrecer un mejor futuro a su familia .

⚖️ ¿Qué viene ahora?

La policía de Whitestown confirmó que la pareja no tenía intención de cometer un delito y que la confusión se debió a un error en la dirección proporcionada por el cliente del servicio. Sin embargo, la investigación continúa para determinar si el residente que disparó actuó dentro del marco legal de la “Castle Doctrine”, una ley vigente en Indiana que permite el uso de fuerza letal si se percibe una amenaza dentro del hogar .

Hasta el momento no se han presentado cargos formales, y las autoridades han señalado que el caso es “complejo” y requiere una revisión detallada de las circunstancias.

💔 Una tragedia evitable

La muerte de María ha generado conmoción entre la comunidad latina en Indiana y entre familiares en Guatemala, donde se inició una campaña para repatriar su cuerpo y apoyar económicamente a sus hijos. El caso ha reavivado el debate en torno al uso de la fuerza letal y la necesidad de claridad al momento de enfrentar situaciones sospechosas en el hogar.